jueves, 1 de diciembre de 2011

Las 1000 y 1 de Marco Aurelio Denegri


Quizás algunos crean que me la he agarrado con el Dr. Marco Aurelio Denegri, personaje que, como he mencionado anteriormente, me cae antipatiquísimo. La verdad es que a veces, cuando escucho su programa o leo sus comentarios, siento la necesidad de responderle y criticarlo por su falta de rigor científico y su poco conocimiento de la ciencia lingüística. Marco Aurelio, reitero, es una persona muy culta y con muchos conocimientos, pero también está lleno de prejuicios y muchos mitos sobre el lenguaje. Por sobre todo, suele hacer correcciones en casos en los que no hay error, o dar explicaciones sobre algo sin argumentar al respecto con suficientes fundamentos (en su lugar suele utilizar la burla, y la ridiculización de quienes piensan distinto que él). Luego de ver el último programa de Marco Aurelio Denegri, en el que critica el nuevo libro de la Dra. Martha Hildebrandt decidí que había varios puntos que debían ser puestos en discusión.

Antes de empezar quiero aclarar que yo tampoco creo que la Dra. Martha Hildebrandt sea la máxima autoridad en Lingüística y que tampoco estoy de acuerdo en todo lo que ella dice. Como lingüista, en algunos casos, también la he criticado. No obstante, tanto en el caso de la frase "la papa caliente" como en los casos expuestos a continuación, considero que la Dra. no ha incurrido en ningún error y que, por el contrario, es el Dr. Denegri quien ha cometido varios. 

Lo peor de todo no está en el hecho de criticar los errores de alguien, sino en criticar como si alguien hubiese cometido errores cuando no es el caso. Las consecuencias pueden ser terribles, ya que estamos reemplazando lo acertado por lo errado, y yo creo, sinceramente, que este es el caso con las opiniones de Marco Aurelio Denegri que, como he podido observar por los comentarios de la gente, son aceptadas por muchos solo porque él las dice, sin preocuparse ni siquiera por investigar un poco al respecto o por ponerlas en tela de juicio.

En este caso, el tema de la "papa caliente" lo tocaré al final, puesto que ya solo completaré la crítica realizada en mi artículo anterior "Cuando las papas le queman a Marco Aurelio Denegri" [1], y me comenzaré por otras críticas presentadas por él en su programa del 30 de noviembre de 2011[2], [3], sobre el libro "1000 palabras y frases peruanas" de Martha Hildebrandt.

1. 1000

Acerca del supuesto error en el uso de los números en el título basta revisar la última versión de la Ortografía de la Real Academia Española. En la página 668 se lee lo siguiente: «La representación de los conceptos numéricos mediante cifras puede considerarse un lenguaje formal, ya que constituye un procedimiento de notación simbólica totalmente independiente de cualquier lengua natural» [4]. Asimismo, en las páginas 682 y 683 se confirma este hecho y solo se menciona que «resulta preferible» (mas no obligatorio) su uso en palabras. La RAE da recomendaciones acerca de la escritura de los números pero no contradice el uso válido y formal de las cífras, como se ve en la cita anterior.


Asimismo, el Diccionario Panhispánico de dudas (disponible en linea) indica: «1. Uso de cifras o de palabras. La elección de cifras o de palabras en la escritura de los números depende de varios factores: el tipo de texto de que se trate, la complejidad del número que se deba expresar y el contexto de uso. Así, en general, en textos científicos y técnicos es más normal, por su concisión y claridad, el empleo de cifras, y resulta obligado cuando se trata de operaciones matemáticas, cómputos estadísticos, inventarios, tablas, gráficos o cualquier otro contexto en que el manejo de números es constante y constituye parte fundamental de lo escrito. Por las mismas razones de concisión y claridad, en carteles, etiquetas, titulares periodísticos y textos publicitarios es también general el empleo de cifras. Por el contrario, en obras literarias y textos no técnicos en general, resulta preferible y más elegante, salvo que se trate de números muy complejos, el empleo de palabras en lugar de cifras.» [5] (el subrayado es mío). En este caso, como se trata de un libro de carácter científico, el uso de cifras no solo es adecuado, sino, también, normal.Sin dejar de tomar en cuenta que estamos hablando de la carátula de un libro cuya presentación es principalmente estilística.

Es decir, el uso de cifras en el título no contraviene ninguna regla de la Academia ni constituye una impropiedad, por más que le duela el "buen gusto" al Dr. Denegri o le parezca una "inelegancia". El hecho de que otros autores hayan utilizado palabras en sus títulos no es una prueba de que sea la única forma correcta, mucho menos que no hacerlo sea incorrecto. 

¿O será que Marco Aurelio Denegri juzga a un libro por su cubierta?

2. Cojudez


Marco Aurelio se olvida de que al inicio del libro, en la nota preliminar, la Doctora Hildebrandt aclara que las palabras y frases que incluye en su libro fueron publicadas en El Comercio, y que fue por pedido del mismo diario que los artículos debían ser sumamente cortos: «la brevedad de estos textos se debe a un pedido del mismo diario: atenderlo me ha exigido un gran esfuerzo de concisión y también, en algunos casos, dejar de lado datos que me habría gustado incluir.» [5] (el subrayado es mío). Es por este motivo que criticar la falta de detalles y acepciones de una palabra o frase resulta innecesario, como en el caso de "cojudez". 

El texto en cuestión menciona un uso que nosotros damos de esta palabra: «En nuestra habla familiar equivale a minucia, tontería[6]. Es necesario aclarar, antes que nada, que el uso de una palabra no es equivalente a su significado, (algo que es bastante complicado en realidad. Sobre ello les dejo un videito del lingüista Mario Montalbetti [7]), un detalle que Marco Aurelio Denegri, en su poco conocimiento de la Lingüística, ignora (ya sea en el sentido de "no conocer" o en el sentido de "no tomar en cuenta"). 

De esta manera, podemos darnos cuenta de que la descripción de los usos de "cojudez" dados por la Dra. Hildebrandt puede aplicarse en muchas situaciones distintas, incluyendo  a los significados que ofrece el Dr. Denegri, en su "Léxico obsceno" [8]. Respecto de estos últimos, sin necesidad de ahondar demasiado, si bien se puede desmenuzar (entiéndase como una figura), tanto las "cosas de mala calidad" como las "cosas insignificantes" suelen ser "tonterías" (nótese que a lo que me refiero es que ambas definiciones están relacionadas con la de "tonterías"). Por ello, tres de los cinco significados dados por Marco Aurelio pueden resumirse en uno. 

En cuanto al cuarto: "situación, cuestión o asunto problemático, espinoso o delicado", tenemos que tomar en cuenta que no solemos usar la expresión "cojudez" para todas las situaciones difíciles (para algunas también usamos las expresiones "papa caliente" o "las papas queman"), sino especialmente para aquellas a las cuales mencionamos con cierto desprecio. Pueden ser difíciles o problemáticas, pero igual nos referimos a ellas como "tonterías", en este caso, con las que tenemos que lidiar. El quinto significado referido por Marco Aurelio es el de "cualidad de cojudo" que es el único mencionada por el DRAE y que hace refencia al significado literal de "cojudez" y no a los usos referidos por el libro en cuestión.Es necesario llamar la atención acerca de que los significados que ofrece el Sr. Denegri son aquellos que él mismo propone en su Léxico obsceno, es decir, él nos dice que son cinco significados porque él lo dice

Asimismo, de más está decir que el reclamo de Marco Aurelio a Martha por no incluir los términos  'cojudógeno' y 'cojudogenia', inventados por él («Esos son términos de mi propia autoría, dicho sea de paso.»)[2], no tiene ninguna razón de ser. El eruditísimo Dr. Denegri cree que por inventar términos estos deben ser incluidos en un libro sobre frases peruanas, incluso si estos términos no son representativos del habla peruana, es decir no son palabras que se usen difundidamente en nuestra habla; a lo más, estarán difundidas entre los seguidores del Dr. Denegri, quienes seguramente la usarán muy poco, y que, probablemente, la olviden por completo unas semanas después de escuchar algún programa en el que él las mencione. Estoy seguro de que si aparece cualquier otra persona que diga "he inventado algunas palabras" (así tengan sentido) el mismo Dr. se encargará de criticarlo por ello, o al menos dirá que dichas palabras no son válidas por no ser aceptadas por la Real Academia Española o alguno de esos argumentos que no se aplican a él, desde luego (dicho sea de paso, en el DRAE no figuran estos términos de su autoría. Me imagino que también podría haber mandado su cartita quejándose).
 
3. Blue Jean

En este caso, Marco Aurelio peca de una muy mala lectura en el texto sobre el "bluyín (blue jean)". Para empezar, hace falta ver que el título está en singular y que, tratándose este de un libro sobre frases y palabras usadas en el Perú, y no de un diccionario prescriptivo de la lengua española (concepto que, aparentemente, el Dr. no puede concebir), hace referencia al uso que normalmente hacemos de la palabra "blue jean/bluyín" de la misma manera en que hacemos uso de la palabra "pantalón". Es decir, es una analogía entre ambos usos (en otras palabras, solemos decir "blue jean" y no "blue jeans" cuando hablamos en singular: "me compré un patalón", "me compré un jean/bluejean").

Acto seguido, debe considerarse, al hacer la lectura del siguiente texto: "Se recomienda la grafía que reproduce la pronunciación: bluyín, y no la original inglesa blue jean.", que seguimos hablando del mismo uso analógico a "pantalón". Martha Hildebrandt no está diciendo, como menciona el Sr. Denegri, que la escritura original inglesa sea en singular, sino que, de este uso en singular (insisto, como "pantalón") es preferible usar la escritura en fonética castellana (bluyín), antes que la  escritura con las palabras en fonética inglesa, es decir, la escritura "original inglesa" en sentido de idioma-escritura-pronunciación, etc. 

Además, si realmente nos remitimos al origen del nombre, este viene del francés "Bleu de Gênes", es decir, "Azul de Génova", que refiere al tinte y al lugar en donde se fabricaban los primeros pantalones de denim (o mezclilla, la tela con que se fabrican los yins/"jeans"). En este caso, la "-s" final no proviene de la marca del plural, sino del nombre francés de Génova, por ello, no es válida la analogía con "pantalones".  


4.  Invívito

Lo único en lo que estoy de acuerdo con el Dr. Denegri es en su cuestionamiento acerca del vocablo 'envívito' del cual la Doctora Hildebrandt dice estar «cayendo, merecidamente, en desuso». No porque el vocablo no esté cayendo en desuso (sobre este término Denegri tiene un pequeño artículo [9] en el que él mismo indica que está en desuso), sino porque tampoco entiendo por qué un término (cualquiera que fuere) podría estar "merecidamente" en desuso. 

Quizás, la mejor explicación para esto se encuentre en el mismísimo artículo de Marco Aurelio, en el que escribe lo siguiente: «El uso de imbíbito, que antes era general, hoy es muy reducido, casi inexistente, y resultado inevitable de una creciente obsolescencia que se había iniciado en la década de 1950. Además, hoy imbíbito se escribe con dos uves: invívito.» No sería de extrañar que el argumento (que no es para nada escaso de lógica) sea que si un término se está haciendo cada vez "más obsoleto" (como dice Denegri), su desuso sea merecido. Es decir, si es obsoleto, merece dejar de usarse, de la misma manera en que muchas veces descartamos un aparato electrónico obsoleto por preferir uno más nuevo. Aún así, yo prefiero, al menos por el momento, quedarme con el cuestionamiento.
No obstante, lo que sí debo criticarle al Dr. Denegri es el uso del argumento en el que establece que él es el único que ha estudiado el mencionado vocablo: «Vean, entre nosotros, el único que ha investigado debidamente el vocablo 'invívito' soy yo.» El problema con este argumento, es que él no explica nada sobre él, sino que lo que está dando a entender es que él y solo él tiene autoridad sobre este término, y no solo autoridad, sino que, además, él es el único que puede decir algo al respecto, recalcando en que otros estudios que puedan existir no han sido siquiera realizados debidamente.

5. Papa caliente


Al hablar de “la papa caliente”, Marco Aurelio reitera su posición frente al falso origen de dicha frase que, como he mencionado antes, carece de toda explicación científica. Muchas personas, respecto de mi artículo anterior, dijeron que debía leer el artículo “Léxico obsceno” del Dr. Denegri. Aunque me tomó un poco de tiempo encontrarlo, finalmente lo conseguí, y debo decir que en dicho texto no se explica el origen de la frase en cuestión (ni de la frase “cuando las papas queman”). 

Lo que Marco Aurelio dice en el apartado "Papa" de su "Léxico obsceno" es que Hernán Rodríguez Castelo explica (en su libro Léxico Sexual Ecuatoriano y Latinoamericáno, 1979) el término 'papa' con el sentido de vagina, por la «sexualización incierta de la papa comestible» [6] y que para ello da dos razones. La primera es porque ambas tienen un aspecto similar (la vagina con el tubérculo) y la segunda es que la papa (el tubérculo) se come caliente y el hombre se "come" a la mujer, que es 'caliente'. Marco Aurelio rebate estos argumentos, con toda razón, aunque utilizando un argumento que, lamentablemente, no tiene sentido: «[...] basta reparar en el hecho de que, ademas de la papa, hay muchísimas cosas que se comen y que se comen calientes, no solo la papa, también el camote y la yuca, por ejemplo.» [6]

Posteriormente, describe la consistencia del semen de la cual la vagina "se alimenta" papando como un bebé y que es por medio de un proceso matafórico-metonímico que a la vagina se le llama 'papa': «[...]el semen es una mazamorrita grumosa muy parecida al alimento que ingieren los infantes; ingestion que se refiere con el verbo papar [...] De suerte que no se dice papa del organo sexual femenino por su semejanza con el tubérculo del mismo nombre, sino porque ingiere mazamorra seminal. [6]» Con esto, Marco Aurelio intenta explicar la relación entre la vagina y su apodo 'papa' (aunque, como mencioné en el artículo anterior papa como vagina proviene del latín 'papus', con lo cual la explicación de Marco Aurelio pierde todo sentido), pero en ningún momento hace mención sobre las frases "Papa caliente" ni "cuando las papas queman", ni mucho menos las relaciona con un origen vaginal. 

Pero, Marco Aurelio no solo no explica el origen de estas frases en sus libros o artículos, sino que en su programa del 30 de noviembre de 2011 se dedica a dar vueltas al significado de las frases en el ámbito sexual, y a desprestigiar a Martha Hildebrandt y burlarse de ella (y por extensión a cualquiera que lo contradiga) para desvirtuar sus argumentos.

Para empezar, se limita a explicar qué significa "cuando las papas queman" en el ámbito sexual. Claro, este uso es validísimo, pero eso no quiere decir que no existan otros usos, o que el uso sexual haya dado origen a otro que aparece en la "papa caliente" desde cerca de 100 años antes. Marco Aurelio da vueltas sobre el tema y dice que 'quemarse' significa "contraer una enfermedad venerea"; que las papas "queman" cuando están enfermas; con lo cual supuestamente explica por qué no puede ser válido pensar en un tubérculo caliente, lo cual no tiene sentido. No por explicar un significado se niega otro.   


Peor aún, utiliza otros argumentos retóricos que apelan a la ridiculización de su contrincante intelectual (y, discúlpenme que lo diga, a la estupidez de quienes se lo creen). Es notorio su intento de ridiculizar a la Dra. Hildebrandt cada vez que se refiere al tema de las papas, y, especialmente, de enaltecer su propio orgullo. Cada vez que menciona la explicación de las papas recién cocidas que se pasan de una mano a la otra para no quemarse, Marco Aurelio se ríe (como se puede ver en un programa anterior). igualmente, utiliza argumentos ad hominem (falacia de la cual él mismo se ha quejado alguna vez), como cuando dice que la Doctora es "ingenua" e "inocente", o cuando dice que "se cree la última chupada del mago", él nos da a entender que Martha Hildebrandt no puede tener la razón porque es "ingenua", que por no pensar una explicación no puede tener la razón.

Además, se apoya en un argumento absolutamente falaz: «Yo conversaba aquí, a raíz de lo que dice la Dra. Hildebrandt, con muchas personas que tengan ya canas como yo [a], y todas han estado de acuerdo conmigo [b], y todas se han reído [c] de la explicación de la cocina: "que las papas que pasan de una mano a otra"; y todos habrán dicho que es un disparate [d].» [3]. Este argumento mezcla el argumento ad populum, mediante el cual se apela a la opinión de la mayoría [b, c, d] como cierta, y del argumento ad verecundiam, mediante el cual se apela a la autoridad de otras personas, en este caso haciendo referencia a la edad (es decir, a la experiencia) [a]. En pocas palabras, todos los "expertos" (sin hacer mención de ninguno en particular, sino a una masa informe de autoridad) han estado de acuerdo con él (un joven como yo, que no tiene canas como él, no puede tener una opinión acertada). Imagínense a los congéneres de Galileo Galilei burlándose de él por decir que la Tierra se movía al rededor del Sol: todos estaban de acuerdo. E pur si muove.

Finalmente, en el programa también utiliza el argumento (que mencioné más arriba) según el cual dichas frases no pueden referirse al tubérculo porque, si así fuere, entonces ¿por qué no se dijo lo mismo de los camotes y las yucas? Este argumento es un tipo de falacia non sequitur, según la cual las razones explicadas no tienen relevancia o no están relacionadas con el tema, y es tan ridículo como decir que en la frase "Media naranja" *,  la 'naranja' no se refería a la fruta porque lo mismo se podría haber dicho de "toronja" o "granada", y como no se dijo, entonces no es. Absurdo.


Conclusión

En primer lugar, se puede observar, las críticas de Marco Aurelio ante el libro "1000 palabras y frases peruanas" de Martha Hildebrandt no tienen un fundamento real ni científico, más allá de que a él no le agraden las descripciones realizadas. En el caso del título, se puede ver que la RAE no indica que el uso de cifras no sea correcto ni formal. Sin embargo, el argumento de Denegri apela a una secuencia: "Es incorrecto; y si no es incorrecto, entonces al menos no es elegante" (de lo cual aparetentemente se sigue que si la Doctora Martha no es elegante, entonces sus argumentos no son válidos. Sinceramente a mí tampoco me parece que Marco Aurelio sea muy elegante... pero no digo que es por ello que está equivocado). La forma no disminuye el valor del contenido, salvo cuando la forma hace imposible entender el contenido o lo hace ambiguo.

Asimismo, es importante mencionar que, de todas las palabras y frases del libro (1000), el Dr. Marco Aurelio ha criticado, casi exclusivamente, aquellas sobre las cuales él ha escrito antes, como son los casos de 'papa (caliente)', 'cojudez' e 'invívito'; y que, además, sobre ellas se ha expresado basándose en antecedentes escritos por él mismo, y no presentando otros argumentos que lo apoyen: "esto es así porque así lo digo yo". 

De la misma manera, presenta argumentos que, o bien no son correctos, o son falaces, en la mayoría de sus explicaciones o refutaciones; y, en el caso de bluyín, como se mencionó, peca de una mala lectura de la explicación que figura en el libro. Así como también considerar como prescriptivo un libro cuyo fin es descriptivo.

Ahora bien, esto no quiere decir que Marco Aurelio Denegri sea un ignorante y no sepa nada, por el contrario, sabe un montón. No obstante, como he dicho antes, saber mucho no necesariamente implica saber bien. Por más que sea una persona muy bien leída y con muchos conocimientos formales sobre la lengua, demuestra que, incluso el más culto se puede equivocar.

Personalmente, creo que el Dr. Denegri, antes de quejarse por un argumento ad hominem, debería empezar por limpiar de falacias sus propios argumentos.

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* Dicho sea de paso, esta frase tiene su orígen en un mito narrado por Aristófanes en la obra El banquete, de Platón. El uso de la naranja se refiere a una analogía que hace el poeta entre la forma de los seres humanos antiguos y la forma esférica de la naranja. Pese a que por forma pudo ser cualquier otra fruta esférica, arbitrariamente fue naranja.

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[1]: Hildebrandt, Luis A. (2011): Cuando las papas le queman a Marco Aurelio Denegri, en http://pelirrojeando.blogspot.com/ (Blog).

[2], [3]: Videos del programa "La función de la palabra" del 30/11/11.

[4]: Real Academia Española (2011): Ortografía de la lengua española, pp. 668, 682-683.

[6]: Hildebrandt, Martha (2011): "1000 palabras y frases peruanas".

[7]: Montalbetti, Mario (2011) "Aula abierta: 3 ideas equivocadas en el Lenguaje", PUCP. http://www.youtube.com/watch?v=XdP_dtBvtQo&feature=youtu.be

[8]: Denegri, Marco Aurelio (2006): Léxico obsceno en "De esto y Aquello", pp.187- 240.

[9]: Denegri, Marco Aurelio (2004): "Imbíbito" en Diario la República 24 de Octubre de 2004.